-¿Qué piden estos? ¿Son más exigentes porque cada vez tienen más información?
El interiorismo vive un buen momento. Cuando se abre un espacio público, como un restaurante o un hotel, su imagen es lo primero que se conoce. Cada vez hay más acceso a la información y los clientes saben que la imagen de su negocio es esencial para el mismo. Además, ya no se entiende el éxito de un negocio si no va acompañado de una estética única y muy cuidada que atraiga al público objetivo. Nosotras proponemos diseños, planteamos las líneas que se deben seguir, pero siempre nos adaptamos a la personalidad del cliente. Nuestro objetivo es dar al cliente lo que necesita.
-Han trabajado para hoteles, restaurantes o viviendas. ¿Qué proyecto les gustaría abordar ahora?
Nos encantaría seguir haciendo espacios públicos como hoteles o restaurantes. Son un escaparate.
-Gracias al auge del interiorismo se han fundado muchos estudios. ¿Qué les hace distinto a otros?
Tenemos un estilo muy marcado, diferenciado de otros. El servicio que damos al cliente es nuestra absoluta prioridad y no nos conformamos con el resultado hasta que éste no está satisfecho. El acabado final de calidad nos preocupa mucho, por eso siempre buscamos la mejor relación calidad-precio.
-En su estudio también hay un espacio para la arquitectura. ¿Qué relación tiene esta disciplina con el interiorismo?
Van de la mano y la una sin la otra no pueden existir. Unir el trabajo de ambos es garantía de éxito.
-Hoy presentarán un trabajo con Juan Vidal. ¿Qué les une a la moda?
Hay puntos en común que hemos tratado de unir. Hemos diseñado la exposición La jungla de Juan Vidal en El Paracaidista por la MercedesBenz Fashion Week Madrid. Es una muestra exuberante, que mezcla movimientos estéticos a través de tejidos, texturas y piezas únicas. Entre los proyectos en los que ha participado As Interiorista destacan la nueva decoración del hotel Indigo Madrid, muy cerca de la Gran Vía, o la decoración de la Casa Fisac para diferentes eventos. Su paso por Casa Decor 2016, con el espacio ‘Heaven, i’m in Heaven’, fue determinante.